jueves, 7 de enero de 2016

¡¡No seas torpe, Gargamel!! (Mi humor gatuno)






Un día, como todos los de siempre, Gargamel perseguía a un Pitufo, acompañado de su fiel gato Azrael. El pitufo avanzó hasta su aldea, con Gargamel pisándole los talones, pero Azrael le interrumpió; el gato se clavo en sus largas medias rojas, arañándole y mordisqueandole levemente.

- ¿Qué te pasa Azrael? ¿Acaso no te das cuenta de lo cerca que estamos de entrar en la aldea Pitufa?

Echo a un lado al gato, que nuevamente se abalanzó sobre él; en esta ocasión, con mayor ferocidad.

- ¡¡Lárgate de mi camino, bola de pelo salvaje!!

Y echo a Azrael aún más lejos. El hechicero, ahora viéndose más cerca que nunca de su objetivo, avanzo sin pensarlo dos veces, hacia la aldea pitufa. Pero unos cuantos centímetros después, el hombre cayo y cayo en un foso muy profundo, amortiguando su caída con algo que parecía estiercol de pitufo; apestaba bastante.

- ¡¡Los atrapare, los atrapare aunque sea lo último que haga, lo último que haga!!

Más arriba, en la orilla del foso, un triunfante Papá Pitufo inclinaba su cabeza para ver a su vencido rival revolcándose en la inmundicia. En tono sarcástico, le dijo.

- Querido Gargamel, si no fueras tan idiota te darías cuenta que Azrael es más inteligente que tú.


1 comentario:

  1. Acaso hay una diferencia entre estar terco y ser tenaz y Gargamel es su ejemplo!

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