domingo, 29 de noviembre de 2015

El gato de Vlad (Mi humor gatuno)


En una fría noche transilvánica, un pequeño murciélago se disponía a lanzarse al vuelo, sin percatarse de que unos ojos brillantes y amarillos lo contemplaban.

Súbitamente, cuando el murciélago alzo las alas, el gato negro salto sobre él. Ambos cayeron desde una altura considerable; el animalito supo caer parado, pero su presa se dio un mal impacto.

Luego, el pequeño murciélago se comenzó a evaporar, formando una densa columna de humo cada vez más grande, hasta tomar la forma de un hombre alto, cubierto con una capa cuyo cuello le cubría la cabeza hasta la nuca; orejas puntiagudas, cabeza afilada y una mirada brillante y amenazadora. El conde estaba enojado, ante la perpleja mirada del gato.

¡¡Oye Putin, la próxima vez que quieras jugar a que yo soy tu presa, te convertire en perro!!
 
 

3 comentarios:

  1. ... y la lección de esta historia es que nunca jugar este tipo de juegos con una cambia-formas!

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  2. Jejejejeje Buena historia. Y si el murciélago, se pone muy loco lo hará cambiarlo, gato en un ornitorrinco. gracias por la historia divertida {:o)

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