En
una oscura y fría noche, una mamá gato y su pequeño atravesaron una reja. Lo
que preocupaba al pequeño era que, a unos metros arriba, estaba pegado el
letrero que decía “Cuidado con el perro”. Sin embargo, ambos eran tan
sigilosos, que el perrón de la casa ni los escuchaba, adormitado como estaba;
esto no evito que el cachorrito le preguntara lo siguiente a su madre.
-Mami
¿Por qué entramos aquí, si el letrero dice “Cuidado con el perro”?
Sin
el mínimo temor en su voz, la confiada gata respondió.
En
realidad, son ellos los que se tienen que cuidar de nosotros ¡¡Miauuu!!
No debemos temer al enemigo, pero debemos tener mucho cuidado con lo que hacemos. Breve y expresivo cuento.
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