La presente historia nace de una experiencia de escribir a dúo que parte de la comunidad de Google+ ALMA DE BIBLIOTECAS Y CINES, y está escrita en colaboración entre Beatriz Escribe y Alberix Zeta y con ella participamos en el concurso "Escribri a dúo de EL CÍRCULO DE ESCRITORES"
Las partes de texto que figuran en color negro corresponden a la aportación de Alberix y las que figuran de color azul son las escritas por Beatriz.
En aquella linda mañana, Larissa, la hermosa golden retriver dormía profundamente. De pronto, su inquieto hocico comenzó a moverse: el aroma de gato era muy penetrante. Se levantó lentamente y pudo verlo de cerca: era Balduino, el orgulloso gato blanquinegro que caminaba empujando hacia arriba una de las flojas tablas de la cerca.
Buenos días bella dama,
te saluda Don Balduino.
¡Eres preciosa Larissa!
¿Porqué tú y yo no salimos?
Algo así como una cita.
Desde que nos conocimos
tu olor perruno me incita
podría hacerte unos mimos.
Buenos días Don Balduino,
le digo osado minino,
no me dejo yo hacer mimos
por cualquier desconocido.
Aunque sea usted felino
doctorado y h.
Y el felino, con más placer que prisa, pone su mejor cara, la de los ojitos desorbitados y expresión inocentona, la clásica de los gatos. Comienza a hacer aullidos como de bebé, lo que conmueve a la perra.
Larissa empieza a ceder con el gato, hasta que se deja conmover por completo. Le pide al gato que quite esa cara, que ya no puede resistirse; que cada vez que hace eso queda como anonadada.
El audaz felino se sube a los lomos de la perra; la comienza a acicalar con ternura, haciéndola reír y gozar.
Balduino le colma de halagos y le pregunta a donde quisiera ir.
Mi adorada Larissita
¿Me concederá esa cita?
Con los lomos bien juntitos
caminaremos despacito
por la orillita del río.
O tal vez sea de su agrado
que mejor nos dirijamos
hasta el monte que hay cercano,
pues desde allí divisamos
la ciudad y olvidamos
que vivimos entre humanos.
Larissa, entre risas, le dice que habla de un montón de lugares sin llegar a decidirse. Luego lo halaga describiendo su color blanquinegro y haciendo metáforas de su belleza, además de alabar sus artes seductoras. Finalmente le pregunta cómo ha sido su vida.
Me hace reír señor gato.
Pues bien, por fin decidamos,
monte o río, ¿donde vamos?
¿Me está diciendo que acepta?
¿Que la cita concertamos?
¡Cuánta alegría querida!
¡Ahora soy un feliz gato!
Con esas palabras lindas
y su porte atigrado
usted me ha cautivado.
También diré que esas manos
y el masaje que me ha dado
a decidirme han llevado.
Y así será de mi agrado
pasearnos de la mano
desde el río a las colinas.
Quisiera darle su tiempo
para que me hable sin miedo
de cómo ha sido su vida,
si fue alegre, desdichada
o feliz como la mía.
Larissa le dice que no podrá ser en ese momento, pues su amo la sacará a pasear enseguida y no puede salir, así que le emplaza para que la vaya a buscar a la hora de la siesta, cuando todos en casa descansan y no apreciarán su falta, así podrán ir a dar ese paseo juntos.
Balduino le propone que cuando su amo la saque él caminará a su lado para así entablar una amistad conocida por su amo para poder tener la libertad de ir a visitarla sin que éste sospeche nada extraño y le permita acceder a la propiedad, a lo que Larissa le contesta que no sabe si será posible, porque a su amo no le gustan los gatos.
Sería lindo intentarlo
mas no puedo asegurarlo
pues mi dueño, Eduardo,
no es muy amigo de gatos.
Bueno Larissa, querida,
no quedemos con la duda
no es valiente el que no lucha
por el amor de su vida.
Balduino también insinúa que su relación con ella es tan buena, que hasta lo hacía soñar con el día en que todas las especies convivieran en paz y en armonía; que ese tipo de fantasias locas solo son alimentadas por el amor.
Larissa, huele la cercanía de su amo y le advierte que esta a punto de descubrirlos.
Balduino le dice que tiene una idea: que emularan una persecución, en donde ella corriera detrás de él fingiendo furia, hasta que lograra saltar la cerca.
Entonces, ya, concretemos
¿Como haremos para vernos?
¿A escondidas de los amos
o arriesgándonos a ellos?
Tal vez si les enseñamos
que de este amor disfrutamos
cedan a que nos veamos
y acepten que somos amos
de este sentimiento sano,
¿Porqué habrán de separarnos?
Pues por eso, ¡Son humanos!
Mejor será que finjamos
que te persigo y huyamos
aprovechando un momento
de descuido de los amos.
Para cuando el amo los ve, actuaron como habían acordado a la vez que tenían los escandalosos gritos del amo animando a su perra a perseguir al gato. Cuando por fin Balduino salta la cerca, algo sale mal: detrás de ella se escucha el ensordecedor ruido de latas de basura derrumbándose en el suelo.
Larissa, con un potente ladrido, le pregunta a su amor si esta bien.
Mi amor, ¿qué pasó?, ¿estás sano?
¡Que no te agarre mi amo!
Cuando pueda yo te alcanzo
te buscaré por el río,
por el monte, por el llano...
Balduino le responde con un romántico miauuu y le dice a su amor que está bien, que es lo bueno de tener siete vidas. Se despide elegantemente.
Mi bella dama, no temas,
que sin mi amor no te quedas
te seguiré como pueda
y bajo las lunas llenas
cumpliremos la promesa
de no permitir que nunca
nos separen y que esta
sea una historia perfecta,
en la que los animales
den lecciones a los hombres
de convivencia y, ¿sabes?,
algún día llegaremos
a formar una familia
de felices animales
y muchos hijos tendremos
para por fin demostrarles
que es tan bella esta vida
y no hay porqué preocuparse
si son distintos o iguales
los humanos para amarse.