Luego
de un espeluznante y terrorífico viaje, la joven y hermosa bruja regresaba a su
mansión encantada acompañada de su melenudo gato negro, que se sujetaba a la
escoba voladora con sus garras enroscadas a ella. Cuando bajaba gradualmente la
velocidad, el gato lanzo un bufido de lamento.
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¿Qué te pasa Hades?
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Miauuu, querida ama, ¿por qué bajamos la velocidad?
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Estamos regresando a casa, no hay necesidad de ir más rápido, ¿qué hay con eso?
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Por favor, vuelve a acelerar, es que me interrumpiste mi tratamiento de blower.
Y el gato le puso una de sus tantas caras
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¡¡Oh, oh!!
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