Hola nuevamente, amantes de gatunos, aquí les traigo la reseña cinematográfica de la tercera y última - hasta ahora - entrega de la saga "Madagascar".
La película inicia en África, en donde nuestros protagonistas quedaron varados tras los sucesos de Madagascar 2. La trama es la siguiente: después de la boda del pinguino Skipper con su muñeca hawaiiana - algo bien ridículo tomando en cuenta que la muñeca es un objeto inanimado, cosa que no tiene importancia para el pinguino -, este decide hacer su viaje de luna de miel a Mónaco, junto con sus otros amigos pinguinos y los monos. Entonces el león Alex les dice que los estaran esperando, a lo que Skipper les dice que no volveran. Despues de tener una pesadilla en la que se ve a sí mismo y a sus amigos muy ancianos de tanto esperar volver a Nueva York, Alex recibe de Marty la cebra, Melman la jirafa y Gloria la hipopótama una réplica de la Gran Manzana a escala como regalo de cumpleaños, lo que lo pone muy nostálgico y lo motiva a ir a Montecarlo a buscar a los pinguinos y volver a su hogar - no recuerdo ni cómo hicieron eso de llegar a Montecarlo -.
Apenas llegan a Monaco, los cuatro amigos (junto con el rey Julien el lemur, Maurice el otro lemur y Mort el aye aye) se dirigen el casino de Montecarlo a buscar a los pinguinos, introduciendose en el edificio por los ductos del techo. A través del techo de cristal, distinguen entre la gente a los monos, que se han metido al casino disfrazados porque no se permite la entrada de animales al lugar. Cuando están por ejecutar el plan que han pergeñado, el grupo comienza a discutir sobre quién debe ser el líder entre ellos, y terminan cayendo en el casino generando un enorme caos. De aquí en adelante nuestros protagonistas viven una serie de trepidantes peripecias cuyas consecuencias los fuerzan a refugiarse en un tren que transporta a una compañía de circo. Es a partir de allí que la historia se hace cada vez más interesante hasta llegar al emocionante y emotivo final, siendo quizá la mejor parte la reflexión que hace Alex en las últimas escenas, lo que lo motiva a tomar una decisión definitiva.
Ya que he terminado de resumir la película con muy pocos espoilers - como siempre ha sido mi costumbre -, ha llegado el momento más esperado: mi opinión sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la producción.
Lo bueno: La película tiene una trama más interesante que las otras dos anteriores - una persecución policial, los intentos infructuosos de nuestros protagonistas por regresar a Nueva York y hasta la incursión accidental dentro de una compañía de circo -, donde se nos introducen más personajes - los animales del circo -, y una villana implacable: la capitana Chanel Dubois - quizá la más temible de la saga hasta ahora -, una agente de control de animales muy aficionada a coleccionar cabezas de animales disecadas en su casa; ella sola se roba casi todo el protagonismo que tiene Alex el león y sus apariciones en la película - en las que casi siempre está a punto de atrapar a todos o alguno de los animales - hacen que casi pierdas el aliento por la expectativa de lo que pueda pasar cada vez que entra en acción.
Otro punto a favor de la película es que desde que nuestros cuatro protagonistas entran al circo, estos logran que todos los animales trabajen muy bien en equipo para lograr el mismo objetivo: ir a los Estados Unidos - claro que en la mente de Alex y sus amigos el objetivo principal es regresar al zoológico de Nueva York, que se encuentra en el susodicho país-.
Lo malo: Nunca vemos a Alex despedirse de Zuba y Florrie, sus padres, a quienes conocio en Madagascar 2. No quiero creer que Alex tenga tan mal corazón o que sea un olvidadizo; quiero creer que se trato de un error de producción de la película ya que una escena así hubiera sido un bonito epílogo para Madagascar 2, un reconocimiento de que nunca olvidaría sus orígenes pese a que se iba para siempre de sus vidas - después de todo lo vivido en África lo normal sería que todo terminara así - , pues siempre conocer a los padres de un@ es toda una experiencia de vida y más aún cuando se viene de tan lejos, pasado tantos años en un zoológico de Nueva York y jamás conocer a sus progenitores.
Como conclusión pienso que esta película debería ser la última de la saga ya que, si la llegas a ver, estaras de acuerdo conmigo que tras los sucesos ocurridos en ella y el destino final de los cuatro amigos - Alex el león, Gloria la hipopotama, Melman la cebra y Marty la jirafa -, es obvio que así debería ser; el epílogo perfecto para una muy irregular pero entretenida saga de animación. Sin embargo parece que, lamentablemente, no va a ser así; ya Dreamworks - los creadores de la saga - ha dicho que están trabajando en Madagascar 4. Esto sería un craso error pues, a diferencia de las Shrek y Las eras de hielo, la trama no da para más; la meta de los protagonistas era salir de la isla de Madagascar para regresar al zoológico de Nueva York, pero tras lo ocurrido en las escenas finales de la película eso ya no tiene sentido. Ojalá la gente de Dreamworks recapacite y no alarguen más la historia, de lo contrario tendré que hacer una entrada sobre Madagascar 4. Hasta pronto y gracias por leerme.