martes, 1 de diciembre de 2015

Los gatos de Belén (Mi humor gatuno)



Érase noche buena del año uno de la era cristiana - el equivalente a la era romana ni lo recuerdo -, cuando los reyes magos, venidos del oriente, se dejaban guiar por una muy brillante estrella.


Lo que no sabían estos sabios astrónomos era que, entre las alforjas que llevaban colgando en los lomos de sus camellos, estaban de polizones dos gatos: uno persa y otro africano, de esos que son grandes y acostumbrados al clima desértico. Ambos estaban dialogando entre sí.


- Miauuuu, oye Seti ¿Donde se supone que estos humanos van tan ceremoniosamente?


Y el africano le respondió


- Bueno Artabano, dicen que estos magos van al lugar de nacimiento de un ser muy especial que acaba de nacer; un niño que, supuestamente, cambiara el rumbo de la historia.


El persa se lamio los labios con su lengua afilada, como si se le hiciera agua a la boca.


- ¿Con que una fiesta? Sin duda que serviran mucha comida.


- Sí, y dicen por allí que los peces beben y beben y vuelven a beber en el río, creo que ese al que llaman del Jordan, por ver a dios nacer.


- ¡¡Miaaaauuuuuu!! ¡¡Y mucho pescado incluido!! Seti ¿Qué te parece si, después de la fiesta, descendemos a ese Jordan y nos ponemos a buscar refrigerio?


Los ojos de Seti se pusieron como platos.


Es una magnífica idea ¡¡Apresúrense humanos, tenemos hambre!!


A uno de los magos le extraño escuchar el maullido de un gato.


 

2 comentarios:

  1. muy bueno tu escrito pero to davia estoy maullando

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  2. Gracias por compartir una historia de lo más agradable usted. Lo disfruté. Que tengas un buen miércoles Zeta.

    Thank you for sharing a most pleasant story. I enjoyed it. Have a good Wednesday, Zeta!

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