El imponente rey de la selva lanzaba su majestuoso rugido desde lo alto de una cima
- ¡¡Roaaaarrr!!
Toda la sabana tembló a sus pies y los animales se estremecían al escucharlo
- ¡¡Roaaaaarr!!!
Hasta que un manotón le dio muy duro en su gran cabeza
¡¿Roaar?!
Era la leona, que arrastraba con su hocico el cadáver de una cebra
- ¡¡Deja de quejarte ya, que traje la cena!!
Buen provecho para la familia.
ResponderEliminarMe encantan los gatos :)
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