El gato y el arbolito (Mi humor gatuno)
Había una vez un frondoso arbolito de navidad bien decorado con sus respectivas luces y adornos que engalanaban sus ramas y un lindo gatito que se obsesionaba cada vez que lo veía.
Un día, el gatito no pudo soportar la atención que le causaba ver el iluminado arbolito y como otro digno ejemplar de su especie, se acerco. Con lo primero que jugo fue con las bolas, observando que su cara se veía mucho más grande de lo que era; luego, toco las ramas con sus patitas y, por último, comenzó a jalar el cordón de las luces con sus fauces de treinta dientes... El árbol se vino abajo.
L@s human@s que estaban disfrutando la navidad en familia en el desayunador, se sobresaltaron al escuchar el ruido del impacto y miraron en la dirección del suceso: el árbol se había venido abajo, con el cordón de luces aun iluminando lo que quedaba de él y el montón de bolas regadas.
Justo delante del árbol caído, estaba el gato parado, apoyado en sus patas traseras y mirando a la gente con su cara de yo no fui. En su defensa, dijo en idioma gatuno.
- Miauuuuu, es que vi una rata meterse dentro del arbolito y me dispuse realizar mi trabajo.
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