Los felinos, sean gatos
domésticos o las fieras salvajes que vemos en los zoológicos y documentales de canales de cable, siempre
se ha caracterizado por su independencia y su casi total falta de sumisión a
nosotros/as. Sin embargo, al igual que todos los animales, necesitan de ciertos
cuidados que sólo los seres humanos les podemos brindar, tal como sucede cuando
vamos al médico. Mientras que los grandes felinos son monitoreados y atendidos
por personal especializado en vida salvaje, nuestros pequeños compañeros tienen
a su disposición a los veterinarios y todas las facilidades médicas y
recreativas que nuestro mundo moderno le puede ofrecer a una mascota. Por eso,
aquí les doy una serie de tips para poder prolongar las nueve vidas de nuestros
inquietos pero tiernos compañeros.
1 . Existe una enfermedad llamada síndrome
de inmunodeficiencia felina, que es el equivalente al sida a escala humana.
Aunque no hay cura, sí es posible someter al paciente a una terapia especial.
2.Las extremidades de los gatos están
diseñadas para subir, mas no para bajar de lugares altos. Es por eso que los
gatos tienen dificultades para descender aunque, por extraño que parezca, les
puedo decir que no hay nada más efectivo para bajar a un gato que abriéndole
una lata de sardinas u otro pescado; harán cualquier cosa por probarlas, y más
si es algo que les gusta.
3. El atún es nocivo para los gatos.
Estudios científicos han demostrado que para ellos es el equivalente al
colesterol por lo que, al igual que nos pasa a nosotros, puede obstruir las
arterias y evitar que la sangre circule de manera normal hacia su corazón.
4. Si bien es sabido que los gatos detestan
ser bañados con agua, he aquí la solución: pañuelos desechables para mascotas.
Las venden en los comercios respectivos y están diseñadas especialmente para
que los químicos no afecten el pelaje de nuestros peludos compañeros. El truco
es más fácil si se limpia al gato entre dos personas.
5. Si te da miedo agarrar a tu gato para
llevarlo al veterinario, agárrala/o por el pellejo entre la nuca y la espalda;
es allí en donde las mamas gatos los sujetan cuando son chiquitos. Todos sus
movimientos y reflejos felinos quedaran casi por completo anulados, de modo que
los podrás meter en la jaula. Te sentirás como si tuvieras en tus manos a un
muñeco de trapo y tal vez hasta experimentarás bastante lástima por el animal,
pero créeme, no le pasará nada y es lo más seguro para ti y tu familia.
6. Los gatos también necesitan mantenerse
en forma, tal como nos pasa a nosotros. Compra o inventa tus propios juguetes,
que te permitan hacer que el gato/a interactúe contigo y queme calorías. O
también puedes hacer como Jackson Galaxy, el presentador del programa “Mi gato
endemoniado”, que pasea al gato por la calle sujetado por una correa adherida a
un arnés, tal como pasearías a un perro.
7. Si tienes a un gato que no le gusta tomar agua, usa
este truco: llena una jeringa de vacuna mediana con el vital líquido; colocas a
la mascota contra una superficie de modo que las patas traseras estén apoyando
casi todo el peso – de allí viene la fuerza del animal -, aprieta el dedo
pulgar en el pellejo entre la nuca y la espalda – lo que anula sus fuerzas,
algo que explique anteriormente -; apoyas buena parte del peso de tu cuerpo
presionando levemente al gatito para que no se mueva y luego, con la punta sin
aguja de la jeringa, manipulas los espacios entre los dientes hasta que puedas
penetrarlos y vierte de manera lenta el líquido. Si notas que le cuesta
respirar, dale unos segundos para que lo haga. Cántale cualquier canción tierna
que se te ocurra – en mi caso siempre funciona la canción “Chocolate” del dúo
“Jessy y Joy”, que me parece la más gatosa que he escuchado y creo que funciona
- no sé si tiene el mismo efecto en los
machos –, y si sabes cantar bien, mejor. Este truco funciona mejor si hacen el
trabajo entre dos: alguien que sujete al gato y otra persona que manipule la
jeringa. Parece que he tenido éxito: ya mi gata Tita toma agua sin que tengamos
que forzarla siempre de este modo; quizá relaciona el agua con la canción de
“Jessy y Joy”.
8. Cámbiale la arena sanitaria cada cuatro
o cinco días; de lo contrario, no podrás evitar que se defequen y orinen
constantemente para marcar territorio. Si tu gato está acostumbrado a su arena
limpia, te hará el reclamo de una manera muy, pero muy gráfica.
9. Si tienes pelos de gato adheridos a tu
ropa y no quieres que nadie los vea, he aquí la la respuesta a tus plegarias:
la compañía 3M vende en todas las tiendas especializadas y en los supermercados
una especie de cinta adhesiva, cuyo extremo con goma lo pegas a las partes de
tu ropa que tiene pelos de gato pegados en la tela y puedes rehusarlo varias
veces de manera sucesiva.
10. Aunque usted no lo crea, existen recetas
para hacer galletas de gatos; éstas sirven para alimentarlos en momentos
festivos, cuando están muy inquietos y quieren comer cualquier porquería que
nosotros/as les tiramos. Hay numerosas recetas en internet y hasta en
publicaciones serias de cocina. Si te gusta cocinar y la repostería, puedes
tomarte tu tiempo haciendo esto; yo en cambio, me conformo con comprar
galletitas de gato marca Purina en el supermercado. Hasta ahora, no ha habido
reclamo por parte de sus consumidores, sino todo lo contrario. Sin embargo, si
me llego a enterar de que este tipo de productos los afecta, tendré que
recosiderarlo…
Espero
que estos tips les hayan servido. Por allí les traigo más. Hasta pronto.